A la altura de una ola de protestas causadas por el cambio de leyes que garanticen la propiedad y la audiencia popular para las personas más pobres de Israel, uno de los activistas, Moshe Silman, arrojaron su cuerpo con combustible y prendió fuego, ardiendo en frente de los medios de comunicación .
El caso fue remitido por los principales medios de comunicación en el país provocó un gran escándalo público y de impacto nacional. En respuesta al caso más grave, el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, ordenó a los ministros de Asuntos Sociales y Vivienda para revisar el caso de Moshe Silman, teniendo en cuenta que una tragedia personal y nacional.